En el libro La práctica de la terapia sistémica, que salió publicado en febrero de 2018, presento en mi capítulo “Terapia Sistémica Individual” un mapa de intervención en terapia individual basado sobre todo en el enfoque sistémico y la terapia narrativa, que incorpora también conceptos y estrategias de enfoques de psicoterapia integradores y del coaching.
Propongo tres niveles de análisis y de intervención sobre los problemas: individual (la relación de la persona con el problema y con distintas áreas de su experiencia); interpersonal (los patrones o circuitos de interacciónproblemáticos) y social (los discursos dominantes y las experiencias de opresión que tienen un efecto limitante en la identidad de las personas y sus relaciones).
Éste es un fragmento del capítulo en el que describo estos ejes de trabajo terapéutico:
“En el modelo de terapia sistémica individual que se expone aquí, trazamos un mapa global de las áreas sobre las que trabajamos, a partir de dos ejes. El primer eje tiene que ver con abordar las áreas problemáticas o lo que la persona desea para su vida. En ocasiones, exploramos aquello que está “atascado” o que tiende a repetirse, y que es insatisfactorio o problemático para la persona (sus reacciones emocionales ante determinadas situaciones o ciertos patrones de relación, por ejemplo). Nos interesa explorar conjuntamente con la persona cómo se mantiene un determinado problema en su vida, y de qué manera ella misma colabora o contribuye (muchas veces, inintencionadamente) en ese mantenimiento. En otras ocasiones, y dependiendo también del modelo teórico que nos guíe, nos centramos en las áreas no problemáticas, en lo que la persona desea para su vida, lo que ya está haciendo ahora que va en la dirección del cambio, lo que conecta con sus aspiraciones y sus valores, y desarrollamos planes de acción para hacer realidad esa visión del futuro deseado.
El otro eje sobre el que trabajamos se refiere a las dimensiones individual, interpersonal y social de la persona. (…) Cuando nos centramos en lo individual o “interno”, ayudamos a la persona a conectar mejor con sus experiencias, emociones, creencias, mapas para interpretar la realidad, y a darse cuenta de cómo actúa y qué relación tiene con su problema y con distintos aspectos de su experiencia. Dentro de esta experiencia interna, facilitamos la exploración de ciertos aspectos que tienden a evitarse por ser dolorosos o potencialmente generadores de vergüenza o culpa, y también de otros que quizá contienen elementos potenciales de cambio, pero a los que la persona no ha prestado mucha atención ni incorporado a su visión de sí misma. Si nos centramos en lo interpersonal, estamos entonces en el terreno de las relaciones, los circuitos de interacción, los roles, comunicación, expectativas, deseos y temores en relación al otro. Exploramos lo que ocurre en las relaciones significativas de la persona, desvelando cuáles son los patrones relacionales atascados o disfuncionales, y potenciando nuevas experiencias de interacción que contribuyan a su vez a un cambio en la forma en que la persona se ve a sí misma. Por último, intervenimos en el nivel de lo social cuando nos preguntamos por el contexto social, especialmente cuando la persona puede estar viviendo situaciones de opresión o discriminación, y los discursos sociales dominantes acerca de lo que se considera deseable o “normal”, los estándares de éxito, o los mandatos de género que moldean la experiencia.”
Moreno, A. (2018). Terapia sistémica individual. En A. Moreno (Ed.) La práctica de la terapia sistémica. Bilbao: Desclèe De Brouwer. Págs. 192-194.
En este artículo, Quiero recuperar el control. Un caso de terapia individual desde el enfoque sistémico, describo un proceso terapéutico en el que quedan reflejados algunos de los conceptos que posteriormente he incluido en mi mapa de trabajo: los aspectos individuales, los patrones de interacción, la familia de origen, las narrativas culturales y de género.
- Alicia Moreno
Doctora en Psicología. Psicóloga clínica. Terapeuta familiar y supervisora docente acreditada. Profesora universitaria con más de 25 años de experiencia en formación de postgrado. Editora de los libros Manual de terapia sistémica (Editorial Desclée, 2014) y La práctica de la terapia sistémica (Editorial Desclèe, 2018). Directora de FOCUS.